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¿Qué es silvicultura? Tradicionalmente la silvicultura se encarga de la formación y cultivo del bosque, ya sea para crearlo o conservarlo. Cuando este cultivo se enmarca en las ciudades y zonas urbanas, cuenta con su propia idiosincrasia. Si el objetivo de la silvicultura, durante años, fue primordialmente la producción de madera, hoy cobra notoriedad el servicio ambiental que ofrece el arbolado y la vegetación a las ciudades y sus habitantes.

La significación del bosque urbano

El nuevo concepto de bosque urbano que se está instaurando, y difunden organismos internacionales como la FAO, implica un cambio de enfoque en la planificación de las ciudades y su renaturalización. Por bosque urbano se entiende la red o sistema que comprende todo el conjunto de  arbolado en la ciudad: grupos de árboles y bosquetes en los parques y jardines, árboles individuales, en línea en las calles, así como entornos forestales y rodales en el área urbana y periurbana. El bosque urbano se contempla como la espina dorsal de la infraestructura verde que conecta el medio urbano con el rural, e incide sobre la huella ambiental de una ciudad. 

Actualmente más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. Y se estima que ascenderá hasta un 70% en el año  2050.  Frente este cambio de escenario, y junto a la crisis climática, el desarrollo de las ciudades hoy pasa por gestionar adecuadamente el verde y el bosque en el medio urbano y periurbano, dado que su presencia redunda a muy distintos niveles y los beneficios son múltiples.

Beneficios multifactoriales

¿Alguna vez te has preguntado qué es silvicultura y que beneficios tiene? Pues, el arbolado reduce el efecto “isla de calor” que infringe la infraestructura “gris” en las ciudades, y mejora  las condiciones climáticas. Remueve los contaminantes del aire, actúa como barrera acústica y secuestra el carbono, mitigando el cambio climático. Contribuye a refrescar el entorno edificado, mediante su sombra y la evapotranspiración. A lo que suma, el ahorro de energía, por ser un medio de sombra y enfriamiento. El bosque urbano hace de las ciudades entornos más saludables, con mejor calidad de aire, e incrementa y preserva la biodiversidad.

El arbolado y el bosque también inciden en el bienestar físico, psicológico y emocional de las personas, como corroboran múltiples estudios realizados en la última década. Los efectos beneficiosos ponen de actualidad el concepto de biofilia acuñado por el biólogo y Premio Pulitzer Edward O. Wilson, en su libro del mismo título, donde señalaba como en los sistemas naturales existen conexiones esenciales entre el ser humano con el resto de organismos vivo. Hoy, en términos más genéricos, la biofilia se define como la afinidad y apetencia innata de las personas hacia la naturaleza. En definitiva, el objetivo del bosque urbano es integrar las experiencias de la naturaleza en la ciudad para disfrute y buena salud de sus habitantes.

Consolidar el arbolado en la ciudad

Los parámetros a tener en cuenta para que la silvicultura urbana arraigue son diversos. Se trata de implantar las especies más adecuadas, es decir aquellas que ofrecen buena adaptabilidad ecofisiológica, que son resilientes, con capacidad de recuperarse ante  perturbaciones y cuyo mantenimiento no supone extras. Son preferibles las que mejor contribuyen a la  regulación microclimática, y aportan buena densidad de sombra. También, aquellas especies que renuevan la calidad del aire, gracias a captar contaminantes.

Si bien en la elección de especies, los árboles pueden ser de porte grande, medio o pequeño, de hoja perenne o caduca, de alineación o para configurar bosquecillos urbanos, su implantación en la ciudad debe tener en cuenta los sistemas que propician un desarrollo radial de sus raíces para que arraigue fácilmente, sin bajas. En el siglo XXI,  y ante la urgencia climática, la planificación de la ciudad  ya no puede ignorar el papel imprescindible que juega el bosque urbano.  Con igual consideración que las infraestructuras de circulación, transporte, vivienda y equipamientos, pues el entorno arbolado es ya una infraestructura verde crucial.