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Actualmente, las ciudades albergan a más de la mitad de la población mundial. Van a tener que evolucionar hacia un nuevo modelo urbano. Ese que responda a las necesidades y exigencias que ya estamos viendo. Como el cambio climático, la escasez de recursos o la revolución digital. En este contexto, podemos describir las características de la ciudad en el futuro. Aquí recogemos las principales que tendrán.

¿Cómo sería la ciudad en el futuro?

Uno de los problemas que pueden experimentar las urbes se deriva del incremento cada vez mayor de personas residentes. El fenómeno de los últimos años de la despoblación rural se traduce en que más gente vive en las metrópolis, por lo que la ciudad en el futuro tendrá que adaptarse mejor a este aumento del número de habitantes. 

Pero deberá hacerlo mediante un desarrollo sostenible, que sea respetuoso con el medio ambiente, así como eficiente en los consumos, y también inteligente, sobre todo de la mano de la tecnología que así lo posibilite. Estas ciudades verdes, de las que ya tenemos ejemplos, proporcionan bienestar tanto al planeta como a los ciudadanos. Para lograrlo, tienen que mejorar en aspectos como la gestión, la movilidad o la contaminación.

El papel de la tecnología en las ciudades inteligentes

En hilo con lo anterior, se habla de que estas ciudades serán ciudades inteligentes o smart cities porque aprovecharán todas las ventajas que nos ofrecen los objetos conectados, en el marco del Internet of Things (IoT). Será clave para poder controlar a distancia todo tipo de elementos urbanos, desde el mobiliario hasta los diferentes sistemas.

A nivel residencial, en los hogares igualmente ganarán protagonismo ecosistemas como el de Simon iO. Permite interconectar distintos dispositivos de nuestra casa para utilizarlos en remoto. Gracias a las posibilidades de la domótica, podemos configurar enchufes, interruptores, reguladores de luz, termostatos y otras soluciones.

Volviendo al entorno general de las urbes, implementar soluciones tecnológicas es crucial para que sea posible diseñar infraestructuras adecuadas para el crecimiento económico, ecológico y social. Siempre en armonía con la naturaleza, esto facilitará disponer de una ciudad en el futuro que sea verde, bonita, de impacto positivo y autosuficiente.

Principales elementos de una ciudad eficiente y sostenible

Teniendo en cuenta todo lo explicado, podemos prever cuáles serán los principales componentes de la ciudad en el futuro. Una eficiente, y también sostenible.

Movilidad que reduzca la contaminación

Con más transporte público multimodal, cuyo servicio esté disponible con mayor frecuencia y que emplee energía 100 % renovable o también con los vehículos eléctricos cero emisiones. Todo para conseguir una movilidad sostenible, que reduzca al máximo la contaminación de los que funcionan con combustibles fósiles. Esos a los que ya se les ha puesto fecha de caducidad en las ciudades.

Eso sí, para que los automóviles alimentados con electricidad puedan consolidarse en unas metrópolis diseñadas con supermanzanas y más calles peatonales, son imprescindibles los puntos de recarga. En Simon lo sabemos y, por eso, ya tenemos nuestra gama de cargadores para espacios públicos, residenciales o de empresas. 

Más fuentes de energía renovable

En la producción energética, habrá instalaciones a pequeña escala de placas solares y turbinas eólicas para generar energía renovable. Esa será aprovechada por algunas infraestructuras urbanas. También serán importantes las fuentes de biomasa o de hidrógeno verde, que podrían tener mayor presencia en la ciudad en el futuro o en sus alrededores, dependiendo de la situación geográfica y de otros factores. 

Sistemas de automatización

Sin duda, los sensores automáticos serán fundamentales para mejorar la calidad de vida de las personas. Con ellos se obtienen datos en tiempo real del tráfico y el estado de los aparcamientos públicos. Así como del nivel de contaminación, la temperatura, las rachas de viento, la humedad del aire, etcétera.

También con sistemas del mismo tipo se pueden controlar servicios a la ciudadanía. Por ejemplo, la red wifi, las fuentes de agua, el alumbrado… En Simon no solo tenemos las luminarias urbanas de máxima eficiencia, alto flujo lumínico y larga vida útil. Igualmente, disponemos de unos sensores para automatizar sistemas a nivel residencial y de hoteles. E incluso para promocionar pisos y edificios.

Gestión del agua y los residuos 

Para evitar el despilfarro hídrico, se gestionaría mejor este recurso tan escaso últimamente. ¿Cómo? Con diversas soluciones de regulación, así como de retención o absorción de agua tanto en suelos como en lo alto de edificios. 

Y para la recogida de residuos, el reciclaje seguirá siendo clave, aunque con mejoras añadidas. En un marco de economía circular, se consolidará el uso de materiales biodegradables que generen menor impacto ambiental. Actualmente, el paso en este sentido se ha dado con los plásticos, por ejemplo.

Eficiencia energética en los edificios 

Por último, se buscará una máxima eficiencia en las edificaciones de todo tipo. Empleando nuevos dispositivos inteligentes, materiales, revestimientos y diseños arquitectónicos en línea con este objetivo. También los módulos prefabricados con elementos reciclables y poco contaminantes podrían ser protagonistas. Se pueden adaptar a las necesidades de una comunidad en momentos concretos. 

En definitiva, todo esto podría caracterizar a la ciudad en el futuro, impulsada por la digitalización y la conectividad. No obstante, para que veamos unas urbes más inteligentes, verdes y eficientes se requerirá el compromiso de todos los sectores.