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¿Qué es posible lo que hace posible que las farolas se enciendan automáticamente cuando cae la noche? La respuesta la encontramos en los sensores de luminosidad, un dispositivo que permite controlar sistemas de iluminación en función del nivel de luz ambiental. ¿Quiere saber cómo funcionan o cómo instalar un sensor de luminosidad? Descubre más acerca de ellos en este artículo. 

¿Qué es un sensor de luminosidad?

Un sensor de luminosidad es un dispositivo electrónico que es capaz de detectar el cambio de la intensidad de la luz. Gracias a ello, es posible encender y apagar luces, o realizar cualquier otra acción, de forma automatizada. Se usa de manera habitual en el alumbrado público o en áreas de jardín. 

Los sensores de luminosidad pueden medir de una forma bastante precisa la luminosidad del ambiente. A partir de esta información, son capaces de regular la intensidad de la iluminación artificial o apagar y encender luces según nuestras preferencias.  Características de un sensor de luminosidad.

La mayoría de sensores de luminosidad utilizan un transductor para detectar el nivel de luz y producir la cantidad de luz correcta, a partir de la luz detectada. Este componente tiene la capacidad de convertir una determinada energía de entrada, en una distinta cantidad de energía de salida. 

Esto es lo que permite adaptar la iluminación artificial de cualquier estancia según las necesidades reales de manera automática, adaptando la cantidad de luz a medida que la luz natural aumenta o disminuye. Esto permite no solo obtener un mayor confort, sino un uso más eficiente de la energía, así como la posibilidad de crear ambientes y atmósferas concretas.

Asimismo, un sensor de luminosidad también puede detectar el momento crepuscular, es decir, el anochecer y el amanecer. Esto, por ejemplo, puede asociarse con otros elementos domóticos, como por ejemplo el control de temperatura o la bajada/subida automática de las persianas. 

¿Se puede usar un sensor de luminosidad en exteriores?

Los sensores de luminosidad se emplean habitualmente tanto en interior como en exterior. El principal objetivo es automatizar el encendido y apagado de luces según el momento del día. Cuando cae la noche, puede resultar realmente útil para iluminar zonas de jardín, terrazas o zonas de paso. 

También suelen combinarse con detectores de movimiento para aumentar el ahorro y el confort. Eso sí, si queremos que este funcione adecuadamente, lo ideal es instalarlo en una zona un poco cubierta, ya que de otra forma la lectura del receptor puede ser incorrecta y hacer que el sistema funcione erróneamente. Debemos también tener cuidado con otras fuentes de luz artificial. 

Cómo instalar un sensor de luminosidad

Instalar una un sensor de luminosidad resulta realmente sencillo. Tan solo debemos conectar este a la luminaria elegida, siguiendo el esquema de instalación eléctrica indicado por el fabricante, normalmente una conexión sencilla en la que tan solo necesitaremos el cable neutro, el de fase y el de carga.

Además, deberemos regular el potenciómetro con el nivel de lux deseado, tanto para la activación como la desactivación, así como anclar el sensor a la pared en un lugar que cumpla con las condiciones, evitando la exposición directa al sol o de otras luminarias artificiales. Algunos modelos también permiten ajustar el tiempo total de encendido. 

Los sensores de luminosidad nos aportan un gran ahorro energético y mayor confort en multitud de situaciones. Además, gracias a ellos podemos adaptar un sistema de iluminación para crear ambientes y atmósferas personalizadas que se adapten a las necesidades de cada momento. Recuerda, en Simon podrás encontrar distintos sistemas de iluminación que incluyen sensores de luminosidad totalmente configurables y fáciles de instalar.